Me declaro consumidora de historias.
Declaro que me gusta la ficción, no así la ciencia ficción.
Declaro que evito las historias guerras/espadas/sangre/héroes/chascones.
(casi siempre me aburren)
Declaro que las historias que más me gustan son las que hacen que me crea la protagonista
(sobretodo si es media ñoña)
Declaro que a veces prefiero las historias simples, esas que hacen funcionar LA neurona.
(sobretodo cuando la vida anda complicada. Soy dramática)
Declaro que (casi) siempre el protagonista tiene que resultar ser una idea de mino ideal.
(tengo gustos variados: desde el rockero reventado hasta el chico sensible e inteligente)
Declaro que no me importa que en una historia maten a una persona, pero si es a un animal la odiaré.
(y lloraré)
Declaro que muchas veces vi películas lentas y me encantaron.
Declaro que me gustan las historias cercanas, reales y sin cebolleo.
(si tienes diálogos largos-reflexivos, mejor)
Declaro que aborrezco los libros de autoayuda.
Y, para finalizar, declaro que este blog es un (casi) robo de historias.